El Instituto Forestal inició en el año 1968 estudios de madereo mecanizado con un tractor forestal articulado introducido al país en base experimental. Se organizaron desde entonces faenas en distintos tipos de bosques y luego de obtener datos concretos de rendimientos y costos se hicieron demostraciones con el objeto de dar a conocer los resultados favorables obtenidos y las características técnicas y de operación de la máquina.

Posteriormente, y en la medida en que la introducción del equipo lo hizo necesario, el Instituto programó cursos de capacitación de mano de obra, a nivel técnico y obrero, a fin de formar supervisores y operadores en el uso y mantenimiento de tractores articulados.

El tractor forestal articulado se ha vuelto imprescindible en los procesos de mecanización, aunque es una máquina que por su elevado costo de compra y operación necesita estar avalado por un servicio técnico y de respuestos de calidad, que le aseguren continuidad y eficiencia en el trabajo. Por el excesivo número de representantes de tractores forestales articulados, la Comisión Nacional de Mecanización Agrícola y el Instituto Forestal han comenzado a evaluar la situación con el fin de racionalizar la comercialización de esta maquinaria.